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    Las frases de la página principal están recopiladas en el texto Contra periodistas, del escritor y periodista Màrius Carol. Editorial edhasa.

    2022: ¿Vacunado el electorado contra los temas polarizantes?

    Cuando al cierre de octubre del año anterior, el diputado jefe de fracción de la Unidad Social Cristiana, Rodolfo Peña, descartó el apoyo de su bancada a la reforma constitucional propuesta por la diputada de su fracción, María Vita Monge, para establecer la laicidad del estado costarricense (a quien un sector importante del PUSC bautizó como “la diputada del PAC en el PUSC”), en realidad el legislador guanacasteco estaba intentando frenar un nuevo tsunami electoral.

    Se trataba de parar -a tiempo- uno de esos asuntos que los expertos en análisis político denominan polarizantes, como también lo son el Matrimonio entre personas del mismo sexo, la Fecundación In Vitro (FIV), el Aborto, la Eutanasia y los Derechos de la Población LGTBI.

    Ese conjunto de temas encajan (por definición o por conveniencia política) en el ámbito de los Derechos Humanos y de manera ideológica más robusta dentro del Progresismo.

    Una visión más genuina de Progresismo también incluye la lucha contra la Desigualad social, los Derechos de la Mujer, la Redistribución de la riqueza, los derechos de la Población en condición de Discapacidad, la Pluriculturalidad y la defensa de las Minorías.

    Y es en ese ámbito de temas en donde las fuerzas políticas que habían constituido el Bipartidismo han explicado las dos victorias presidenciales consecutivas del Partido Acción Ciudadana.

    En la primera, el expresidente Luis Guillermo Solís (2014) consiguió posicionar al PAC como la opción de Cambio luego de dos gobiernos continuos de Liberación Nacional, con Oscar Arias (2006-2010) y Laura Chinchilla (2010-2014) al frente del Poder Ejecutivo.

    Poco a poco (y claro como sedimento histórico se arrastraba el potente discurso del fundador del partido Ottón Solís) el PAC consiguió que se le viera como el partido de los inmaculados, la transparencia, el de los buenos … los demás (incluido el partido de Gobierno, el PLN) eran los malos.

    Viniendo muy de atrás en toda la campaña electoral, el PAC se clasificó -por primera vez en su historia- para una segunda ronda en la que muy rápido el candidato liberacionista -Johnny Araya- se percató que no había ninguna opción de éxito.

    Sin aclarar bien en qué iba a consistir el cambio -y menos en cómo lograrlo-, el PAC llegó a Zapote como la personificación de la anticorrupción.

    Cuatro años después, en el 2018, el efecto polarizante de un tema fue aún más notorio, cuando dos candidatos que no tenían -según las encuestas- ninguna opción de pasar a segunda ronda (Carlos Alvarado y Fabricio Alvarado) disputaron el balotaje el primero de abril.

    Los Alvarado (ambos jóvenes y periodistas) se colocaron a ambos polos de la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio igualitario que provocó un terremoto, a menos de dos meses de la primera ronda electoral. Incluso cuando los restantes candidatos se percataron de la relevancia del tema ya era tarde, muy tarde para hacerse del favor en las urnas.

    Vea también: PAC: «Seremos gobierno de nuevo, pero no por el aborto»

    Lo que sí quedó rápidamente muy marcado desde entonces en el imaginario de las fuerzas políticas de oposición era la capacidad (calificado por muchos hasta de astucia) del Partido Acción Ciudadana para polarizar, inclusive durante el mandato.

    Fue así como frente a escándalos coyunturales durante los últimos cuatro años se le suele atribuir al PAC habilidad para “distraer” la opinión pública con -de nuevo- temas polarizantes como fue el lanzamiento que hizo un hombre de un gato desde el sétimo piso en un condominio en Curridabat.

    Ello ocurrió el primero de agosto del año anterior y en muy pocas horas de divulgado el hecho, el tema era tendencia en redes sociales, a criterio de la oposición, producto de las fuerzas “todopoderosas” del PAC en el ciberespacio.

    Aunque la propia presidenta del PAC, Marta Solano, dijo en entrevista con La Reacción no sentirse así, las voces de la oposición no cesan, hasta el arranque de la campaña electoral, de sostenerlo continuamente.

    ¿Es suficiente polarizar para ganar?

    Antes de profundizar en si a un año de las elecciones nacionales el electorado está vacunado contra los temas polarizantes, es apropiado tener a la mano una definición operativa del tema.

    El politólogo y Director de Programas de la Fundación Konrad Adenaduer, Sergio Araya Alvarado, asegura que la polarización tiene que ver con la ubicación de segmentos de la sociedad en extremos opuestos con respecto a un punto o tema.

    “Ello imposibilita los acercamientos y dificulta los consensos, porque las posturas son totalmente opuestas y están en los bandos extremos. Por ejemplo, se está a favor o se está en contra del aborto o del matrimonio entre personas del mismo sexo. Punto”, recalca.

    Araya agrega que la ausencia de un punto medio es lo que define cuando en un contexto existe el fenómeno de la polarización política.

    Eso explicaría entonces cómo lo ocurrido en Argentina con la legalización del aborto (el penúltimo día del año 2020) encendió todas las alarmas de la oposición, ya cuando la campaña política nacional 2022 está subterráneamente gestándose.

    Con celeridad los líderes que se asumen como representantes de los dos bandos de la sociedad (Conservadores y Progresistas) criticaron o alabaron la medida del Senado argentino.

    Ni qué decir de la laicidad del Estado costarricense que impulsa, además del gobernante PAC, una diputada de las fuerzas que clama por desterrar los temas polarizantes de la carrera electoral hacia 2022: Unidad Social Cristiana.

    Aclarada entonces la importancia de un tema de conciencia o vida en una elección nacional, cabe cuestionarse, ¿es suficiente aprovechar una coyuntura de un tema polarizante para imponerse en las urnas?

    Es claro que no. Deben existir otras razones o causas lo suficientes sólidas que motiven una decisión ciudadana, máxime cuando la gestión del actual gobierno ha sido sumamente convulsa, con una cantidad récord de cambios en el gabinete y el propio mandatario, Carlos Alvarado, enfrentando varias investigaciones judiciales de distinta índole.

    ¿Y hay otros temas? A la vista hay, al menos, tres grandes temas capaces de quedar registrados como éxitos del actual gobierno, pierda o gane las elecciones del próximo año.

    El enorme avance en vías importantes del país como la Circunvalación Norte, que está a un kilómetro de cerrar el anillo sin tapones, luego de 40 años de promesas.

    Ese y otros proyectos de carreteras quedarían también listos este mismo año, a pocos meses de la cita del país en las urnas.

    Es bien conocido el tiempo (y la salud mental) que perdemos los costarricenses atrapados en las presas de la capital.

    No en vano el titular del MOPT, Rodolfo Méndez, es calificado como uno de los mejores ministros de la actual administración y parte del socialcristianismo lo quiere ver como su candidato el 6 de febrero del 2022.

    El otro aspecto son los vistosos ocho trenes fabricados en China que circularán a partir de abril en los servicios que ofrezca el INCOFER a Belén, Alajuela, Heredia y Cartago.

    Es conocido que el ferrocarril es el medio de transporte preferido por el costarricense de la capital para llegar a su trabajo, pero las comodidades que ofrecen las unidades nuevas podrían, además, convertirlo en un verdadero placer.

    El tercer punto es la rápida llegada e inicio inmediato del proceso de vacunación frente al Covid-19.

    Tras el alimento inicial para elevar la autoestima-país al estar Costa Rica entre los primeros diez países del mundo en aplicar la vacuna, es claro que la gestión, organización y equidad en la aplicación de la misma será crucial para que el Gobierno lo logre sostener como un gran acierto.

    Que se cometan frecuentes errores como la vacunación de 13 funcionarios de la Municipalidad de San José pueden dar al traste con el proceso sanitario y, evidentemente, político que hay detrás.

    Hoy cuando el país urge de volver al trabajo -y todos queremos hacerlo de manera segura con la vacuna- el proceso de aplicación es vigilado con lupa y poco margen de tolerancia desde la ciudadanía.

    Un cuarto punto, pero hasta este momento muy débil en vista de su magnitud es la reducción del desempleo en unos 40 mil personas. Así lo reveló a inicios de año el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC.

    Si bien hoy más de medio millón de personas sigue en busca de empleo, si ese 0.6% (que representan las 40 mil personas) se convierte en tendencia podría paliar la que, sin duda, es la mayor preocupación del país.

    Ahora sí. Con obras qué exhibir y entendidos en la influencia de un tema polarizante para inclinar una votación nacional, en la ecuación hay que incluir el factor personal: el candidato o candidata presidencial.

    ¿Qué adversidades debe enfrentar ese aspirante?, ¿Alguno personifica la agenda progresista?, ¿Alguna figura dentro del PAC suma más simpatías que el propio partido?, ¿Existe algún posible candidato presidencial que pueda pescar votos fuera del PAC?

    Eso lo abordaremos en una próxima entrega de La Reacción rumbo a la elección nacional del 2022.

    Por el momento, el gran desafío que -en democracia- solo podrá responder el electorado es si está vacunado (maduro políticamente) frente al efecto polarizante de uno -o varios- temas que le hagan capaz de discernir entre agendas programáticas de los partidos políticos y, por supuesto, aciertos y desaciertos de la administración presidencial que de un modo u otro, serán llevados a plebiscito el Primer Domingo de febrero del 2022.

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