(Entrevista) Adriana Rojas: “El cambio se hace atacando”

Aplicaciones como la clave dinámica, el teclado virtual y el token, impulsadas por esta abogada nacida en Atirro de Turrialba, frenaron el creciente ataque (o phishing) que sufrían miles de consumidores financieros a sus fondos.

Tiene 16 años de estarse enfrentando (cada vez con más éxito) a las “baterías” de abogados de los principales bancos del país, pero cuando le dijo a sus padres a qué rama del derecho quería dedicarse le advirtieron que tendrían que mantenerla.

Sus triunfos en los estrados judiciales han conducido a cientos de conciliaciones y ha frenado decenas de remates de casas de personas y empresas que llegaron a su oficina sin esperanza de retener lo que tanto esfuerzo les había costado.

Ella misma lo resume durante una entrevista que concedió a La Reacción el pasado miércoles 16 de setiembre: “Cuando todos llegan a mi oficina llegan llorando y cuando se van salen sonriendo”.

Adriana Rojas Rivero es una abogada pionera en consumo bancario en Costa Rica en la que la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (AUSBANC) con sede en Madrid invirtió hace muchos años formación y recursos para convertirla en una referente jurídica de la lucha por los derechos bancarios en América Latina.

Con la Asociación de Consumidores Libres (ACL) de Costa Rica, Ausbanc Internacional llegó a tener sedes en 17 países.

Ella solo responde “muchas” cuando se le consulta ¿cuántas sentencias favorables ha obtenido frente a las más renombradas entidades financieras del país?

Sus victorias judiciales han permitido la anulación de diversas cláusulas abusivas en contratos de adhesión como la Tasa Piso, de garantías excesivas en préstamos, de comisiones de administración en créditos bancarios, la exclusividad de la Caja Costarricense del Seguro Social para emitir el certificado de discapacidad total y permanente para aplicar un seguro de saldo de deudor y la eliminación de los créditos en Unidades de Desarrollo (UDES) en préstamos para vivienda.

También una demanda colectiva iniciada por esta abogada nacida en Hacienda Atirro de Turrialba obligó a los bancos a implementar herramientas de seguridad de doble identidad virtual para proteger las cuentas bancarias.

Aplicaciones como la clave dinámica, el teclado virtual y el token (implementadas entre el 2008 y el 2009) procuraron frenar el creciente ataque (o phishing) que sufrían miles de consumidores financieros a sus fondos.

A propósito de ellas la especialista Rojas asegura que hoy esas herramientas están obsoletas, pero se siguen empleando.

Su novedoso lenguaje lo han tenido que aprender hasta altos funcionarios judiciales: “los jueces no sabían qué era una cláusula abusiva en consumo bancario”, dice con sentido del humor.

Desde el 2006 y en muchas entrevistas hechas a esta combativa abogada, hemos aprendido que sí hay esperanza frente a los abusos (cláusulas abusivas) que están cometiendo -amparados en la ley o en las omisiones dentro de ellas- las entidades bancarias.

De ello son testigos decenas de consumidores bancarios, en muchos casos personas de escasos recursos que rehúyen dar su testimonio públicamente, porque saben lo poderoso que es el adversario al que se enfrentan.

Cuando Rojas Rivero se graduó de secundaria en el Colegio Calasanz (en 1985) quiso estudiar ingeniería agrónoma como su padre biológico (Abelardo Rojas Acosta), pero su madre (Hazel Rivero Carvajal) la obligó a estudiar derecho.

Con la sabiduría que se les atribuye siempre a las madres: ¿habrá intuido Doña Hazel desde entonces lo necesario que sería que la licenciada Rojas Rivero se dedicara al derecho?

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