Planificar el menú ahorra tiempo y dinero

En el artículo de apertura a esta serie (de siete entregas), expuse los puntos generales para seguir los pasos de una cocina profesional de restaurante y aprovechar ese camino para cocinar en la casa como si estuviésemos en un establecimiento comercial.

El ítem de arranque es el de planificar lo que vamos a comer para ahorrar tiempo y dinero.

La definición del menú nos precisar la lista de productos que debemos buscar. Si nos apegamos al menú, y por ende a la lista que dictemos para tal fin, ahorramos gastos en recursos monetarios y de minutos.

Además, habrá menos posibilidades de sucumbir a los antojos del momento (si somos disciplinados), los cuales nos hacen incurrir en gastos improvisados que drenan nuestros bolsillos.

Estos gastos improvisados suelen ser los culpables de un incremento sustantivo en la factura del supermercado: el queso de primera calidad importado de Europa que nos hizo la boca agua, unos vegetales que nos imaginamos en una receta que nunca haremos y serán el ecosistema para una familia de hongos en la refri…

Los encargados de gestionar las compras de un restaurante lo hacen de manera planificada contra lista de necesidades, productos que faltan o están escasos. Los que saben planificar y entienden bien el negocio procuran mantener bajos inventarios, pues un inventario muy elevado es dinero que se le sustrae al flujo de efectivo, que está propenso a echarse a perder (baja rotación), a robo (interno o externo) o a accidentes (botellas de licor se caen por un golpe o un temblor).

Todo ello aplica también para la casa. Las excepciones aplican algunas veces si son productos no perecederos o de larga vida que hemos encontrado de ganga.

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Alberto Gatgens es periodista gastronómico. Ha escrito los blogs Santa Cuchara en la revista Perfil, Coma y Punto en La Nación y ahora escribe su propio blog en  www.elgastronomista.com.

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