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    Las frases de la página principal están recopiladas en el texto Contra periodistas, del escritor y periodista Màrius Carol. Editorial edhasa.

    ¡Por favor hagan política con las medicinas! (Editorial)

    La Asamblea Legislativa asestó la semana anterior el peor ejemplo de cómo un país puede perseguir su independencia, a pocas horas de la celebración oficial del Bicentenario.

    Una comisión legislativa archivó (es decir enterró) un proyecto de ley que pretendía reducir los abusivos precios que tienen los medicamentos en el país.

    Muere así otro plan que deje de lucrar (perdón, masacrar) con la necesidad de salud del pueblo costarricense.

    En casi 22 años de cobertura parlamentaria y política hemos visto presentadas, al menos, cinco iniciativas de ley que procuran lo mismo, pero ninguna ha llegado a aprobarse. Una de ellas la impulsó el actual diputado del Frente Amplio, José María Villalta, pero cuando fue diputado por primera vez, entre el 2010 y el 2014.

    Otra iniciativa, para que no se piense que es un tema ideológico, la presentó la exdiputada Natalia Díaz Quintana, hoy aspirante presidencial. Por otra vía, pero parte del resultado del plan de la entonces legisladora del Movimiento Libertario hubiera sido una baja en los precios. Y ¡claro! viene otro en camino que dirán que ¡ese sí es el que se necesita!

    Por el oficio de conocer cómo se mueve el Congreso es fácil explicar por qué ninguna ha llegado ni siquiera a votarse, mucho menos a aprobarse ni en primero ni en segundo debate. La Asamblea Legislativa es el escenario del lobby (cabildeo) por excelencia, en donde miden fuerzas todos los sectores y el triunfo en muchos casos es que las cosas no caminen, no se muevan, que la Mano invisible ¡lo arreglará!

    De nuevo cuando los legisladores que archivaron el proyecto justificaron su voto, alegaron los mismos argumentos dichos en rechazos anteriores: ¡Que éste no es el proyecto que reducirá el precio de las medicinas!, ¡Que el control no provoca la disminución automática de precios!, ¡Que el país se volvería una Venezuela si se regula el mercado¡, ¡Que los estatistas y comunistas quieren convertir al país en otra Cuba!, etc.

    Pero esta vez agregaron un nuevo argumento: que uno de los diputados que aspiraba a mantener vivo el proyecto de ley (el también candidato presidencial del PAC, Welmer Ramos) hacía campaña política y populismo con un tema sensible para la ciudadanía.

    Indiscutiblemente en campaña electoral, como en la que ya estamos, los aspirantes presidenciales echan mano de todo cuando hacen y abogan; igual hace la oposición cuando trae al Congreso a cuanto político les sirva para erosionar, lo más que puedan -con razón o sin ella-, la imagen del partido en el gobierno de turno: hoy al Partido Acción Ciudadana, ayer a Liberación Nacional y, hace mucho años, a La Unidad.

    Pero esa descalificación a la que quieren llevar la lucha del diputado Welmer Ramos contra otro monopolio (ya lo ha hecho con los datáfonos y las tasas de interés de usura -como diputado- y como Ministro de Economía, Industria y Comercio, contra el duopolio de la importación del cemento) hace que los diputados de la Comisión Legislativa de Asuntos Económicos olviden el valor y la oportunidad del cargo que hoy ostentan como, supuestamente, representantes del pueblo.

    El ejercicio sano de la Política es la oportunidad y la obligación de 57 mujeres y hombres de frenar injusticias que se cometen contra el soberano: el Pueblo. Que el precio de las medicinas en Costa Rica es altísimo (como de otros bienes y servicios también) es tema de consenso nacional, casi tanto como que los diputados no quieren ponerle fin, pero sí abundantes excusas para nunca hacerlo.

    Hasta un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y para el Desarrollo Económicos), club al que el país efusivamente se adhirió este año estableció que en 15 países miembros todos implementan regulaciones en el mercado de medicamentos para facilitar su acceso a la población.

    Lamentablemente a esa oportunidad de darle acceso más justo a los costarricenses le han dicho NO de nuevo los diputados a pocas horas del Bicentenario; también valga decir con el silencio cómplice de los aspirantes a regir los destinos del país a partir del año entrante.

    Afortunadamente NO todo está perdido y en el Plenario Legislativo (es decir en etapa más avanzada para alcanzar la ley) están para votarse dos proyectos de ley presentados por el diputado del Partido Integración Nacional, el Doctor Wálter Muñoz.

    Uno fijaría topes a los márgenes de ganancia en los precios de las medicinas y otro las exoneraría del IVA (Impuesto al Valor Agregado). Los diputados tienen entonces, antes de dejar sus cargos, la oportunidad de hacer no solo lo correcto sino de demostrar que sí están a favor del Pueblo. El Padre de la Criatura ¡es lo de menos¡

    Lo dicho en la presente posición editorial, el primero de La Reacción desde su lanzamiento en abril del 2020, queda aún mejor expresado por el destacado y respetado periodista José Luis Valverde, expresidente del Colegio de Periodistas de Costa Rica, en la siguiente opinión.

    Atentamente: Danilo Chaves Cambronero. Director La Reacción.

     

     

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