Dietas de regidores y síndicos están amarradas a presupuestos de los gobiernos locales
- Afirman que tienen una gran responsabilidad al velar por los intereses de sus comunidades.
- “Las municipalidades que pagan más de ₡100.000 son la excepción y no la regla”, afirma UNGL sobre el tema de las dietas.
- En algunos casos no les dan ni café en las sesiones del Concejo.
Con el argumento de que las municipalidades son el gobierno más cercano a la ciudanía, varios regidores y síndicos resaltaron la importancia de su labor y el cobro de dietas.
De acuerdo con sus impresiones, el trabajo que despliegan implica la representación de las personas para que puedan contar con servicios públicos adecuados y fomentar el bienestar de la comunidad por medio del desarrollo integral del cantón.
Además, rechazan el hecho de que cobren jugosas dietas por su labor. Por ejemplo, según la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), los representantes del Concejo Municipal son electos por su comunidad y no reciben un salario por su trabajo.
Añaden que las dietas para regidores o síndicos, se establecen según el Código Municipal Ley No. 7794 en su artículo 30, que dice lo siguiente: “Los montos de las dietas de los regidores propietarios se calcularán por cada sesión, solo se pagará la dieta correspondiente a una sesión ordinaria por semana y hasta dos extraordinarias por mes, el resto de las sesiones no se pagan”.
Por ejemplo, Arturo Hernández, regidor suplente del Concejo Municipal de la Municipalidad de Tibás, defendió su trabajo, el cobro de las dietas y a la vez planteó la posibilidad de realizar un cambio en el Código Municipal.
El Código Municipal establece que las dietas de los regidores y síndicos municipales se podrán aumentar, anualmente, hasta un 20% siempre que el presupuesto municipal ordinario lo permita. A todas las dietas de regidores y síndicos, inclusive las menores a ₡10.000 por sesión, se les rebaja el impuesto de la renta.
Incluso, de acuerdo con la UNGL, casi la mitad de las municipalidades pagan entre ₡35.000 y ₡100.000 por dieta. “Las municipalidades que pagan más de ₡100.000 son la excepción y no la regla” aseguraron las autoridades de la Unión.
Además, aunque algunos creen que es sencillo, desplazarse hacia una municipalidad, para la mayoría de personas de municipios rurales implica una inversión en transporte o viajar grandes distancias por lo cual incurren en determinados gastos.
Por ejemplo, el presidente del Concejo Municipal de Turrialba, Arturo Rodríguez, puso el caso de síndicos que vienen de zonas alejadas como Chirripó, a cuatro horas del centro de Turrialba, lo cual le obliga a perder el día de trabajo para asistir a una sesión.
Rodríguez, además resaltó la labor que realizan los regidores y también los síndicos, a quienes calificó como el verdadero enlace de las comunidades con el gobierno local.
Además, dijo que el tema de las dietas es complicado, porque depende mucho de los presupuestos de cada municipalidad. En el caso de Turralba, por ejemplo, dice que las dietas son de ₡35.000 y que apenas alcanzan para comerse algo y ponerle gasolina al vehículo.
Por amor a la comunidad
Por su parte, la síndica de Tilarán, Nancy Solano, dijo que también conoce compañeros que deben desplazarse varios kilómetros para acudir a las sesiones del Concejo.
Sin embargo, aclaró que toda la labor que despliegan lo hacen por el amor a sus comunidades.
Solano explicó en detalle cuál es la función de un síndico dentro del gobierno municipal.
Recordemos que asistir a cada sesión de un Concejo Municipal es parte de las obligaciones legales que debe cumplir una persona electa para un cargo local, porque así lo establece el Código Municipal.
En los concejos también se debe trabajar en comisiones para diferentes los temas y la asistencia a estas reuniones no tiene remuneración.
